Mensaje de los Obispos de Centroamérica
Del 25 al 29 de noviembre de 2024, los Obispos de la región centroamericana, organizados en el SEDAC, (Secretariado del Episcopado de centroamérica) tuvieron su octogésima segunda Asamblea ordinaria en el Salvador. Al concluir su Asamblea, en el marco de una Misa celebrada en la Catedral de San Salvador, dieron lectura a un mensaje dirigido a las comunidades cristianas, a la población centroamericana, a los gobiernos de la región y a los hombres y mujeres de buena voluntad.
Los obispos reflexionaron sobre los grandes desafíos que enfrenta nuestra región, y en particular sobre la dolorosa realidad de la migración. Conscientes sobre el llamado del Evangelio a acompañar a los más vulnerables dirigen el mensaje de compromiso a las comunidades de fe, a los gobiernos de la región y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Obispos asumen desafios del tiempo actual.
Desde lo que ha sido el caminar de la sinodalidad, que significa caminar juntos, como pastores de la Iglesia católica en centroamérica, los obispos asumen los grandes desafios del tiempo actual:
1. Recuperar la dimensión bautismal, que confiere indentidad cristiana, que es el compromiso misionero. Sin olvidar que la misión es el horizonte de la sinodalidad que fortalece a todo el pueblo de Dios.
2. Asumir una espiritualidad sinodal. Con los ojos fijos en Jesús, el que inicia y consuma nuestra fe. Heb. 12, 2 con apertua al Espíritu Ruah de Dios.
3. Conversión de las relaciones por la cultura del encuentro, la acogida y la hospitalidad. Pasando por el costado siempre roto del crucificado, abierto a todos sin exclusiones.
4. Iglesia Casa, familia cimentada sobre la roca. Que guarda en su seno la potencia de la semilla y de la levadura, para hacer crecer y fermentar en el mundo los valores siempre nuevos del evangelio, por la riqueza de dones y carismas que fundamentan la diversidad de ministerios.
Migrantes: camino de esperanza y desafío.
La migración es un fenómeno marcado por el dolor, de la separación, el sufrimiento de la pobreza, la violencia y la búsqueda de una vida digna. El futuro requiere políticas que aborden las causas profundas de la migración y ofrezcan mejores oportunidades locales. Como gran aporte, los obispos presentan la primera carta pastoral regional para responder al drama de la migración titulada: «Lo vió, se acercó y lo cuidó -caminando con las personas migrantes, refugiadas, desplazadas internas y sobrevivientes de la trata.»
Cuidado de la casa común y la minería.
Los obispos de centroamérica reconocen que el deterioro ambiental y la explotación minera de nuestra región están afectando gravemente a nuestros pueblos y a la creación de Dios, al igual que a los mas vulnerables de los pueblos. Por ese motivo hacen un llamado urgente a los gobiernos para que adopten las políticas responsables y sostenibles que respeten la dignidad de los pueblos y la casa común y no permitan la explotación minera, priorizando la vida humana y el medio ambiente por encima de intereses económicos que perpetúan el daño social y econlógico respetando los acuerdos y tratados vigentes en la región. Los obispos abogan por la protección de las personas defensoras de los derechos humanos y del medio ambiente.
Denuncia de la desnaturalización dle parlacen.
Los obispos de la región denuncian con profunda preocupación la denaturalización del Parlamento centroamericano, ( PARLACEN) señalando que ha perdido su esencia como instrumento de integración centroamericana. Añaden que dicho Parlacen sirve como refugio para algunos exfuncionarios políticos ante procesos judiciales en sus paises de origen. Esto crea la percepción ( en la que los obispos aciertan) de corrupción e impunidad. Al tiempo que hacen un llamado a los representantes del PARLACEN, a que retomen su vocación y ética y se conviertan en verdaderos servidores de los pueblos centroamericanos. El episcopado centrocamericano añade con contundencia que: el futuro depende en gran medida de la estabilidad política, por lo que urge reducir la corrupción y fortalecer las instituciones democráticas para atraer las inversiones y fomentar la confianza ciudadana.
Obispos hablan del jubileo 2025 denominado «peregrinos de esperanza».
Indican que este tiempo de gracia nos invita a vivir en comunión con todos los fieles de la Iglesia universal, especialmente los migrantes, los encarcelados, los enfermos, los jóvenes, Los ancianos, los pobres, los que defienden los derechos de los más débiles, quienes son verdaderos peregrinos en busqueda de una vida mejor. Los obispos asumen el desafío de ser signos concretos y visibles de esperanza en un mundo que a menudo parece perdido en la desesperación y el cinismo.
Tambien indican que el jubileo será la oportunidad para la renovación espiritual, la reconciliación y la reafirmación de nuestra esperanza en Cristo Resucitado. Invitan a todas las comunidades a unirse a este camino jubilar con fe y compromiso.
Queremos ser una Iglesia que escucha y camina junto a los empobrecidos.reconociendo en elos el rostro de Cristo.
Invitan a las comunidades a ser espacios de acogida y solidaridad. Y a los gobiernos de la región a promover políticas que respetan la dignidad y los derechos de los migrantes y de los más vulnerables. Exhortan a los jovenes a ser femento de la nueva vida acogiendo la propuesta del Evangelio de una vida de Santidad.
Finalmente invocan a Nuestra Señora de la paz a que inteceda por los que recorren los caminos del dolor y la esperanza.
El mensaje lo firman en nombre de todos los obispos de la región; Monseñor Hector David García Osorio, Obispo de Yoro, Honduras y Presidente del SEDAC, y Monseñor José Antonio Canales Motiño, Obispo de Danlí, Honduras y Secretario del SEDAC.
Lea aquí íntegro el mensaje del Episcopado centroamericano; descárguelo y compartalo.