La resurrección de Cristo no solo nos permite pasar de las tinieblas a la luz, sino que nos permite, en la fe, experimentar la luz incluso en las tinieblas más oscuras.
Meditacion del Padre Enzo Bianchi, tomado de https://es.la-croix.com/ publicado en esta sección.
Una meditación de Enzo Bianchi, fundador de la comunidad Bose en Italia.
La Pascua modela el rostro de los cristianos en el de la esperanza, el coraje, la misericordia y la audacia evangélica: ¡la muerte ha sido vencida, Cristo ha triunfado sobre el infierno!
A partir de ahora, ya no hay ninguna situación humana que esté «cerrada al cielo». Si la Pascua es el paso de las tinieblas a la luz, el cristiano está llamado a experimentar en su propia vida y a testimoniar a los demás que la luz es posible, incluso en las tinieblas, en la angustia, en el sufrimiento.
Concretamente, la experiencia de la Pascua no es un paso de lo que está enteramente hecho de tinieblas a lo que está enteramente hecho de luz, sino un paso de la desesperación a la esperanza, de la angustia a la serenidad, del sinsentido a la aceptación, en situaciones que siguen siendo contradictorias, enigmáticas, difíciles, incluso dramáticas. Estas situaciones constituyen una prueba para nuestra fe.
Así pues, la Pascua, como celebración del misterio del amor de Dios -un amor más fuerte que la muerte-, está destinada a hacer al cristiano capaz de amar como Cristo mismo amó. ¿No es esta una auténtica experiencia pascual? ¿No es un paso, realizado en nuestras pobres vidas, de estar encerrados en nosotros mismos a ser capaces de amar en Cristo? ¿No es una victoria de la vida sobre la muerte? ¿No es una manifestación de la fuerza de resurrección de Cristo que se hace activa por la fe del cristiano?
Pero entonces queda claro que solo una fe profunda y amorosa puede suscitar la experiencia y el testimonio de la Pascua. Solo fijando nuestra mirada en Él (Hb 12,1), Cristo crucificado y resucitado, podemos librarnos del infierno de encerrarnos en nosotros mismos, de afirmarnos y de hacer valer nuestra voluntad frente a los demás.