Este 15 de marzo en la sede de la Conferencia Episcopal de Guatemala se realizó el encuentro presencial de delegados de comunicación organizado por la Secretaría de Comunicación social de la CEG. Con el pasar del tiempo, la experiencia de encierro y confinamiento queda en el pasado y la vida con el caminar constante de la Iglesia se refuerza. Así fue como se contó con la presencia de los delegados de la diócesis de Sololá, Suchitepéquez- Retaluleu, Escuintla, Quiché, Zacapa, Las Verapaces, Santa Rosa, el Padre responsable del equipo de comunicaciones del Seminario Mayor Nacional de la Asunción y el Padre delegado de Comunicaciones del Vicariato Apostólico de Petén. La presencia en sí misma refuerza la fraternidad eclesial en este tiempo de sinodalidad en el que la Iglesia se manifiesta siempre en camino. Rezar juntos, tal como orientaba el punto uno de la agenda, recitando los salmos bíblicos, hace que las sombras, las incertidumbres ante los desafíos y las confusiones se disipen y el andar no se detenga. Celebrar la Eucaristía al cierre del encuentro, lo cual tuvo lugar en la capilla de los obispos, consolida el servicio que se ofrece al Señor en la atención a la sociedad, a los pueblos y comunidades, ha sido nutrirse para continuar.
Los temas centrales del encuentro fueron: el encuentro mundial de laicos en Roma y los 10 años del ministerio Petrino del Papa Francisco, cuyos documentos como «La Evangelli Gaudium – La alegría del Evangelio» o «Querida Amazonía», que se hayan entre el rico legado que estamos recibiendo del primer Papa latinoamericano llegado a Roma «desde el fin del mundo» para presidir en la caridad; marca la historia de la Iglesia en el tiempo presente. El Hermano Santiago Otero, hermano de la comunidad Marista en Guatemala, de origen español y de alma guatemalteca, radicado en este país desde hace largos años, historiador e investigador de vocación, testigo convencido del legados de los mártires de la Iglesia en esta nación; fue él quien tuvo a cargo ofrecernos una mirada de la vida y quehacer de un Papa incansable «pastor con olor a oveja» que a veces va delante otras veces en medio y otras mas, detras del rebaño, en camino de sinodalidad en tiempos de guerras y de incertidumbres, en tiempos de complejidades en la historia de la humanidad.
Por aparte Monseñor Victor Hugo Palma, Obispo delegado de la CEG para la Secretaría de Comunicaciones y que es también el responsable de conducir la pastoral del Movimiento de laicos en Guatemala, tuvo a cargo el momento para compartir el reciente encuentro de Laicos y familia realizado en Roma, al que asistió con una delegación del equipo de la pastoral laical. Además de compartirnos la experiencia propia, viva del Encuentro Mundial, el obispo nos recordó lo dicho por el Papa respecto a las tentaciones del momento actual: «El clero separado de los laicos, los consagrados separados del clero y de los fieles, la fe intelectual de ciertas élites separada de la fe popular, la Curia romana separada de las Iglesias particulares, los obispos separados de los sacerdotes, los jóvenes separados de los ancianos, los cónyuges y las familias poco implicados en la vida comunitaria, los movimientos carismáticos separados de las parroquias, etcétera. Esta es la tentación más grave en este momento.» Y del señalamiento de las tentaciones, mostrar la fuerza del camino sinodal por donde se conduce la Iglesia: «La sinodalidad encuentra su fuente y su fin último en la misión: nace de la misión y está orientada a la misión. Compartir la misión, en efecto, acerca a pastores y laicos, crea comunión de intenciones, manifiesta la complementariedad de los distintos carismas y, por tanto, suscita en todos el deseo de caminar juntos.«
Es en las realidades de la sociedades locales y en la realidad del país y de la Iglesia en el palpitar constante de las comunidades diseminadas en las ciudades y en las lejanas aldeas; que la pastoral de la comunicación ofrece sus servicios con su medios puestos al servicio de la construcción del Reino de Dios en la edificación de un mundo mas justo mas humano y mas fraterno. Animados por los muy agradecidos de parte nuestra, 10 intensos años, del servicio del Papa en la Iglesia, en la alegría del Evangelio; en su estilo propio de ser siempre cercano a todos y atento a los que sufren y a los pobres; hemos después del encuentro, regresado a los quehaceres en nuestras iglesias particulares de cada region del país.